¿Quieres disfrutar de una deliciosa bechamel sin utilizar leche? En este post te contaremos todos los secretos para preparar una salsa bechamel cremosa y sabrosa sin necesidad de utilizar leche. Sigue nuestros pasos y sorprende a tus invitados con esta versión sin lácteos de la salsa más utilizada en la cocina. ¡No te lo pierdas!
Descubre el origen y la receta de la deliciosa salsa Bechamel en español
Descubre el origen y la receta de la deliciosa salsa Bechamel en español
Si eres un amante de la cocina, seguramente ya conoces la deliciosa salsa Bechamel, una preparación que se utiliza en numerosas recetas, desde lasañas hasta croquetas. Pero, ¿sabías que su origen se remonta al siglo XVII en la corte francesa?
Esta salsa, conocida originalmente como «salsa blanca», fue creada por el chef francés Francois Louis Bechamel, quien la utilizaba para dar sabor a sus platos y hacerlos más cremosos. Con el tiempo, la receta se popularizó en toda Europa y hoy en día es una de las salsas más utilizadas en la cocina mundial.
Si bien la receta original de la Bechamel lleva leche, existen algunas variaciones para aquellos que no pueden consumirla o prefieren evitarla. A continuación, te compartimos una receta básica y fácil de hacer de Bechamel sin leche:
- 3 cucharadas de aceite de oliva
- 3 cucharadas de harina
- 2 1/2 tazas de caldo de pollo o verduras
- Sal y pimienta al gusto
Preparación:
- En una sartén, calienta el aceite de oliva a fuego medio.
- Agrega la harina y mezcla bien hasta que se forme una pasta.
- Añade poco a poco el caldo de pollo o verduras, sin dejar de mezclar, hasta que la mezcla se haya espesado.
- Sazona con sal y
Descubre la duración de la deliciosa bechamel casera y cómo conservarla adecuadamente.
Descubre la duración de la deliciosa bechamel casera y cómo conservarla adecuadamente.
Si eres amante de la cocina, seguro que has preparado en más de una ocasión una deliciosa bechamel. Pero, ¿sabías que puedes hacer una versión sin utilizar leche? ¡Sí, has leído bien! En este post te enseñaremos cómo preparar una bechamel casera sin utilizar leche y, además, te explicaremos cuánto tiempo puedes conservarla y cómo hacerlo adecuadamente.
Para preparar esta deliciosa receta necesitarás los siguientes ingredientes: harina, aceite de oliva, cebolla, ajo, caldo de pollo o de verduras, nuez moscada y sal al gusto. Una vez tengas todos los ingredientes, ¡manos a la obra!
1. En una sartén, añade el aceite de oliva y la cebolla y el ajo picados. Sofríelos a fuego medio hasta que estén dorados.
2. Agrega la harina y mezcla bien hasta que quede una masa homogénea.
3. Añade el caldo poco a poco y sigue mezclando hasta que se integre completamente. Si quieres una bechamel más líquida, agrega más caldo.
4. Por último, añade la nuez moscada y sal al gusto.
¡Y voilà! Ya tienes lista tu bechamel casera sin leche.
https://youtu.be/9osojnyVMLg
Pero, ¿cuánto tiempo puedes conservarla? Si la guardas en un recipiente hermético en la nevera, puede durar hasta tres días. Si quieres conservarla por más tiempo, puedes congelarla y así te durará hasta tres meses.¡Descubre por cuánto tiempo puedes mantener la salsa blanca sin refrigerar y evita desperdiciarla!
¡Descubre por cuánto tiempo puedes mantener la salsa blanca sin refrigerar y evita desperdiciarla!
Si eres amante de la cocina, seguro sabes que la salsa blanca o bechamel es un ingrediente clave en muchos platillos. Sin embargo, ¿sabías que puedes prepararla sin utilizar leche? Además, es importante saber por cuánto tiempo puedes mantenerla sin refrigerar para evitar desperdiciarla.
Para preparar esta deliciosa bechamel sin leche, necesitarás los siguientes ingredientes:
- 2 tazas de caldo de pollo o vegetales
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 2 cucharadas de harina
- Sal y pimienta al gusto
En una cacerola, calienta el aceite de oliva a fuego medio-bajo y agrega la harina. Cocina durante unos minutos hasta que la mezcla se torne dorada. Añade poco a poco el caldo y mezcla bien para evitar que se formen grumos. Continúa cocinando a fuego lento hasta que la salsa espese. Añade sal y pimienta al gusto.
Ahora bien, ¿por cuánto tiempo puedes mantener la salsa blanca sin refrigerar? Aunque lo ideal es refrigerarla inmediatamente, puedes mantenerla a temperatura ambiente durante un máximo de 2 horas. Si no la has utilizado en ese tiempo, es mejor desecharla.
¡Ya lo sabes! Prepara una deliciosa bechamel sin leche y evita desperdiciarla conociendo por cuánto tiempo puedes mantenerla sin refrigerar.
Descubre el origen de la deliciosa y cremosa salsa: ¿De dónde proviene el nombre ‘bechamel’?
Descubre el origen de la deliciosa y cremosa salsa: ¿De dónde proviene el nombre ‘bechamel’?
Si eres un amante de la cocina, seguro que habrás preparado alguna vez una deliciosa salsa bechamel. Esta salsa cremosa y suave es un ingrediente clave en muchas recetas, desde lasaña hasta croquetas. Pero, ¿sabes de dónde proviene el nombre ‘bechamel’?
La salsa bechamel tiene sus raíces en la cocina francesa y fue nombrada en honor al marqués Louis de Bechamel, quien fue un importante figura en la corte del rey Luis XIV en el siglo XVII. El marqués de Bechamel era conocido por su amor por la comida y la bebida, y se convirtió en un gran aficionado a una salsa suave y cremosa que se hacía a base de leche.
Pero, ¿qué pasa si eres alérgico a la leche o intolerante a la lactosa? No te preocupes, todavía puedes disfrutar de una deliciosa salsa bechamel. En lugar de utilizar leche, puedes utilizar leche de almendras o de soja en su lugar. Además, puedes utilizar harina de arroz o harina de maíz en lugar de la harina de trigo para hacer la salsa sin gluten.
– Permite a las personas intolerantes a la lactosa o alérgicas a la proteína de la leche disfrutar de platos que normalmente contienen bechamel.
– Reduce la cantidad de grasas saturadas en la receta al no utilizar leche.
– Amplía el repertorio culinario al explorar nuevas opciones para preparar platos clásicos con ingredientes alternativos.
– Puede ser una opción más económica que utilizar leche, especialmente si se utiliza agua como base.
– Al no utilizar leche, se puede lograr una textura diferente en la bechamel, lo que puede ser interesante para experimentar con diferentes consistencias.